miércoles, 2 de febrero de 2011

Debilidad y egocentrismo

Las cualidades psicológicas están relacionadas con las físicas, porque cuerpo y mente forman una unidad. Es decir, las cualidades psicológicas tienen un fundamento biológico, o sociobiológico.

Una de estas cualidades es el egocentrismo, que está directamente relacionado con la debilidad. Así, a más debilidad, más egocentrismo. Se puede establecer una ordenación según el grado de egocentrismo que es la misma ordenación según el grado de debilidad:

Bebés > niños > mujeres embarazadas > mujeres no embarazadas > homosexuales > hombres

Los bebés son los más débiles de todos, y por lo tanto, los más egocéntricos. Necesitan que toda la atención del resto de la gente, hombres y mujeres, sea puesta en ellos. Cuando un bebé llora, está exigiendo que se le preste atención de manera inmediata. Necesitan mimos y cuidados para que su desarrollo mental sea correcto.

Según el bebé va creciendo y madurando físicamente, así tiene que hacerlo también mentalmente, descendiendo en el grado de egocentrismo según aumenta la edad. En general, para que alguien sea considerado maduro según su edad y sexo, tiene que encajar en la ordenación de arriba. Si no, esa persona es considerada inmadura.

Las mujeres embarazadas están en una situación más débil que las no embarazadas, y por eso se vuelven más egocéntricas. Es la época de los antojos y de que el resto de la gente tenga puesta la atención en ellas, (el marido, el médico), y de recibir cuidados especiales.

Los homosexuales (hombres) también son más egocéntricos que los hombres normales, y por eso se entienden bastante bien con las mujeres. Las lesbianas lo son menos que las mujeres normales, pero aborrecen a los hombres heterosexuales por la competitividad masculina. Esto es consecuencia lógica de la alteración psicológica (invertida) en lo sexual y emocional de la homosexualidad. Luego hay además casos de hombres egocéntricos, clara señal de inmadurez, que lo tienen por lo tanto muy difícil para emparejarse, o para formar una pareja duradera. Quizá alguna mujer, de manera temporal, pueda estar con alguno de ellos por el instinto maternal, pero no creo que eso pueda durar mucho tiempo: hasta que se canse de prestarle atención o hasta que tenga un hijo de verdad al que cuidar.

Los hombres normales son los menos egocéntricos porque son los menos débiles.

Por último, están los ancianos, cuyo lugar en la escala ordenada de debilidad depende de la edad y el estado en el que se encuentren. Según lo dicho hasta ahora, se supone que cuanto más mayores y pachuchos, más egocéntricos se vuelven. Recuerdo que mi abuelo se volvió muy agarrado con el dinero, porque tenía miedo de que le faltara, viéndolo como una herramienta imprescindible de supervivencia (posesividad monetaria).

Correlaciones inversas.

Me ha parecido observar una correlación inversa entre egocentrismo e inteligencia y edad, tanto en hombres como en mujeres. Creo que es así porque la inteligencia implica y/o favorece el conocimiento, la cultura, y por lo tanto, la seguridad en uno mismo y la disminución de la debilidad (intelectual). Y lo mismo sucede con la edad, que hace aumentar la experiencia, y con la experiencia, el bagaje de conocimientos y la autoconfianza.

En las mujeres, además, con la edad se pasa el atractivo físico, y cuando lo asumen, disminuye el egocentrismo, porque ya no tiene sentido, porque su papel social ya no es el de ser seductoras. Además de lo mencionado en el párrafo anterior.

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